21º  DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO C         25 de agosto
 
Queridos
 hermanos. Bienvenidos a la fiesta del Señor en este Vigésimo primer 
domingo del  tiempo ordinario. La iglesia nos acoge a todos por igual, y
 hoy nos convoca a celebrar ese banquete universal en el que Cristo se 
nos ofrece como alimento que nos da la vida eterna.
Conscientes de 
ser parte de esta Iglesia que acoge a los hombres de toda raza y 
cultura, co-mencemos alegres esta celebración. De pie, cantamos
MONICIONES A LAS LECTURAS
OPCIÓN 1: MONICIÓN PARA TODAS LAS LECTURAS
Tanto
 el texto de Isaías, como el salmo y el Evangelio de hoy, insisten en 
que la salvación es una oferta universal, para toda la humanidad. Pero 
Lucas da un paso más: esta salvación exige la respuesta del ser humano, 
la aceptación del don de Dios, el esfuerzo por vivir según sus planes. 
Nadie la puede dar por supuesta ni creerse en posesión de ella. Atentos 
escuche-mos.
OPCIÓN 2: MONICIÓN PARA CADA UNA DE LAS LECTURAS
PRIMERA LECTURA (Isaías 66, 18-21)
 Escucharemos
 del profeta Jeremías un pasaje profético que describe la universalidad 
de la salvación. Dios acoge a todos y les brinda la gloria de su Reino.
SEGUNDA LECTURA (Hebreos 12, 5-7 11-13)
La
 salvación es para todos, pero para conseguirla es necesario convertirse
 y dejarse corregir. Escuchemos ese mensaje de la carta a los Hebreos.
EVANGELIO (Lucas 13, 22-30)
 Aunque
 la salvación es para todos, Jesús nos explica hoy algunas condiciones 
para poder conseguirla. Cantemos el aleluya para prepararnos a  escuchar
 la Palabra del Señor.
ORACIÓN DE LOS FIELES A cada invocación respondemos: ESCUCHA, PADRE, LA ORACIÓN DE TUS HIJOS
    Para que la Iglesia siga llevando la Buena Nueva de salvación a todos los rincones de la tierra. Oremos.
   
 Para que el Papa Francisco, los Obispos y nuestros sacerdotes, sean 
signos visibles del amor de Dios a los hombres y sean testigos de su 
misericordia. Oremos
    Para que nuestros gobernantes siembren 
esperanza en nuestros pueblos, impulsando proyectos que ayuden a la 
superación de todos. Oremos.
    Para que los más necesitados se encuentren con nuestra mano tendida para ayudarles en sus necesidades. Oremos.
   
 Para que la semilla sembrada hoy en nuestros corazones nos lleven a dar
 signos de conversión para conseguir nuestra salvación. Oremos.
    Para que nuestros hermanos difuntos, puedan gozar  de la felicidad eterna, junto a Dios, Oremos
PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS
Ofrezcamos
 Vino y Pan, y con ellos, nuestra disponibilidad para evangelizar a los 
que desco-nocen a Dios. Acompañamos la procesión de las ofrendas 
cantando
COMUNIÓN
Cristo es nuestra salvación. Ahora recibámosle en nuestros corazones. Cantemos.
MUNIÓN ESPIRITUAL:
Al término de la distribución de la comunión.
Hermanos:
Todos
 aquellos que no han podido acercarse a recibir a Jesús Sacramentado, 
pueden hacer la Comunión Espiritual rezando la siguiente oración:
 
Creo Señor mío que estás realmente presente
en el Santísimo Sacramento del altar.
Te amo sobre todas las cosas y deseo
ardientemente recibirte dentro de mi alma;
pero, no pudiendo hacerlo  ahora sacramentalmente,
ven al menos espiritualmente a mi corazón.
Y como si te hubiese recibido, me abrazo
y me uno todo a Ti;
Oh Señor, no permitas que me separe de Ti.
Amén.
FINAL
Manifestemos
 nuestra alegría por el mensaje que nos fue confiado hoy para   
compartir con nuestras familias y nuestros  hermanos. Nos  retiramos 
cantando ….